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Expertos en energía señalan incógnitas en el diseño del proyecto de masificación del gas en siete departamentos andinos

 

El gas natural llegará por vez primera a las zonas altoandinas en el segundo trimestre del 2018. Para ello, Pro Inversión alista un nuevo proyecto de gasoducto virtual (transporte del gas en cisternas) que busca beneficiar con un combustible barato a más de 11 ciudades en siete departamentos de la sierra centro-sur.

Sin embargo, varias incógnitas en el diseño del proyecto –cuya licitación está a la vuelta de la esquina– arrojan dudas sobre su sostenibilidad.

¿DÓNDE ESTÁ EL GAS?

La primera incógnita tiene que ver con la fuente de suministro, aún no definida.

 
gas natural

Fuente: Osinergmin / Pro Inversión

“No sabemos con qué gas se licitará este proyecto ni a cuántos usuarios llegará. Si se piensa ampliar su alcance (inicialmente incluía 11 ciudades) urge gas disponible: o se saca de Melchorita o del ducto de Camisea o se licúa de algún lado”, advierte Álvaro Ríos, socio director de Gas Energy.

Tampoco las empresas interesadas en adjudicarse la concesión: Fenosa, Quavii, Cálidda y Contugas, conocen de dónde procederá el suministro de gas. “Quizá Pro Inversión ya lo ha decidido y no lo sabemos”, apunta Ríos.

Al respecto, la agencia estatal confió a Día1 que evalúa tres puntos de suministro: Ayacucho, es decir, el ducto de Camisea; la planta de licuefacción de Pampa Melchorita, en Cañete, y la planta de gas natural de Aguaytía, en Pucallpa.

“No obstante, el punto de conexión será definido por el concesionario, en la búsqueda de condiciones que redunden en el menor costo del servicio para la población”, detalla Pro Inversión.

GAS NATURAL VS. GLP

El mayor obstáculo para la sostenibilidad del proyecto lo constituye, empero, el modelo mismo de la masificación, el cual presupone la existencia de industrias o anclas, que permitan financiar las conexiones residenciales. Algo prácticamente inexistente en el ande.

“El modelo ha dado frutos en la costa pero sería inviable en la sierra”, anota Miguel Révolo, gerente de la división de Gas Natural de Osinergmin.

En opinión del ente regulador, el proyecto debe contar con subsidios directos del Estado o no arrancará.“De las evaluaciones realizadas, el costo del servicio (del gas natural) superaría el costo del combustible sustituto (GLP), por lo que se requeriría una compensación permanente en la tarifa”, señala.

Según cálculos del regulador, la tarifa residencial en la concesión centro-sur ascendería a S/70, más del triple que en las demás concesiones, por lo que habría que subsidiar S/50.

Pro Inversión asegura, sin embargo, que no se requerirán subsidios del Estado. “Los ingresos de la concesión están dados por la tarifa de distribución y los fondos Fise y Sise”, detalla.

Quedan menos de cuatro meses para el otorgamiento de la buena pro del proyecto. ¿Cumplirá su cometido?

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