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La falta de inversión de Sedapal generaría desabastecimiento de agua. El Estado invertiría S/1.000 millones en obras de cabecera de cuenca, según el regulador

 

El gigantesco aniego en San Juan de Lurigancho es solo una muestra de la ineficiencia de Sedapal en la gestión del agua y saneamiento. El desborde de aguas servidas afectó a alrededor de 2.000 personas, pero hoy más de 9 millones de habitantes están en riesgo de sufrir un gran desabastecimiento de agua por la mala gestión de Sedapal.

El presidente de la Superintendencia Nacional de Servicios y Saneamiento (Sunass), Iván Lucich, advirtió que la información indica que “probablemente tengamos [en Lima] una sequía en los próximos dos años”. Esto, debido a que Sedapal, según el funcionario, no ha invertido ni un sol en los mecanismos de retribución por servicios ambientales (Merese).

“A diferencia de Cusco, Ayacucho, Abancay, Chachapoyas, Moyobamba y Tarapoto, Sedapal no ha puesto ni un sol en el Rímac. Tiene un fondo de S/60 millones que podría ayudar a mejorar la calidad del agua que ingresa a planta y gestionar los riesgos de deslizamiento. En Lima no se ha tomado la decisión política”, sostuvo.

Según Lucich, la falta de agua sería equivalente al de una sequía severa, y podría dejarnos con la mitad del agua que tiene la capital, porque el 60% del recurso viene de la cuenca del Mantaro y no se ha ejecutado inversión alguna.

Para el funcionario, el Estado es el principal responsable de que Sedapal no haya movido ni un sol, pese a que la Sunat quiso ajustar las reglas de juego en el 2015. Cada quinquenio, el regulador solicita a las empresas sus reglas de juego para empezar a invertir. El 2015 se establecieron dichas reglas para Sedapal, correspondientes al quinquenio 2015-2020. Pero no se han llevado a cabo.

Lucich afirmó que en el 2017, la Sunass planteó una normativa para obligar a Sedapal a transferir recursos a un fondo ambiental para que los invierta en la conservación de las fuentes de agua, pero hace un año, el Ejecutivo –representado por el viceministro de Construcción y Saneamiento, Juan Tarazona– cambió las reglas de juego, al derogar la norma.

“Y eso lo digo en presencia del viceministro de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales, Gabriel Quijandría para que en la próxima reunión de viceministros del Estado lo ponga en la mesa, porque es responsabilidad del Estado y sus funcionarios poner los puntos sobre las íes”, exhortó Lucich.

INVERSIÓN NECESARIA
El funcionario sostuvo que Lima no va a tener más nuevas fuentes de agua potable durante los próximos cinco años, lo que implicaría una reducción del abastecimiento de por lo menos 6 u 8 horas diarias, lo que debe motivar a tomar acciones.

Detalló que el Estado tiene previsto invertir un aproximado de S/1.000 millones en obras de cabecera de cuenca a través de la modalidad de asociaciones público-privadas (APP).

SENSIBILIZAR EL USO DEL AGUA
El tema de sensibilizar sobre el uso eficiente del agua en la población es importante, sostuvo el director de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), Jorge Ganoza.

El funcionario afirmó que falta trabajar en esta problemática y verificar en qué se ha mejorado.

“En el agua de uso agrícola, prácticamente, los agricultores no consideran el agua como un recurso muy importante a pesar que es básica para desarrollar los cultivos”, comentó.

Ganoza dijo que muchas veces pensamos solo en el trasvase del recurso hídrico, pero el tema social también es crucial. Se ha podido ver que en el país se ha generado un sinnúmero de conflictos por el agua de trasvase.

 

“Hay que sensibilizar a los gobernadores también y hacerles entender que el agua es patrimonio de la nación y tiene que ser destinada a quienes realmente la necesitan”, subrayó.

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