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Publicado el 14 Febrero 2018
En 1990 la producción papa llegó a un millón de toneladas, el año pasado se logró 4.9 millones de toneladas, en 1990 el consumo per cápita bajó a 25 kilos por persona, en cambio hoy es de 85 kilos por persona, indicó Gregory Scott, Profesor e Investigador de CENTRUM Católica.
Los productores de papa blanca en nuestro país expresaron hace unos días su descontento por la importación de papa blanca. Argumentaron que la importación de la papa prefrita y precocida desde Holanda y otros países genera una competencia desleal con el producto local.
Para Gregory Scott, Profesor e Investigador de CENTRUM Católica, quien ha realizado varias investigaciones sobre este tubérculo nativo del Perú, señaló que el precio de la papa blanca no es el único factor determinante de esta problemática. "No necesariamente compran la papa nacional porque sea más barata, muchas pollerías la ofrecen porque sus clientes se han acostumbrado a consumir este tipo de producto", comentó.
Scott recordó que el Perú cuenta con 2,500 variedades nativas de papa, con una serie de características propias, y se cultivan en diferentes latitudes, para los diferentes gustos y preferencias del mercado. “Hay papa para todos los gustos, desde las más exquisitas en sabor, aspectos, características, vitaminas y precios. Los gustos de las personas están en evolución”, señaló.
Indicó que la papa importada es una papa (prefrita y congelada) y se vende principalmente en pollerías y restaurantes, a diferencia del mercado nacional que ofrece una papa fresca que tiene otras características.
Explicó que la papa prefrita importada, utilizan menos aceite para cocinar y salen más crocante al estar congeladas, además dijo que este tipo de papa no se llega a “negrear” con facilidad, lo que origina su demanda en restaurantes.
“En el mundo globalizado el mercado debe tratar de entender todos los gustos y preferencias, ciertas personas prefieren la papa prefrita y congelada a pesar de que tiene un mayor precio que la papa fresca nacional, pelada y cortada lista para freír en las pollerías”, detalló.
Scott recordó que en 1990 la producción papa llegó a 1 millón de toneladas, y el año pasado se logró 4.9 millones de toneladas. Además dijo que en 1990 el consumo per cápita bajó a 25 kilos por persona, en cambio hoy es de 85 kilos por persona. “La población no ha sentido el boom de la producción. Ningún país del mundo ha replicado el crecimiento del consumo per cápita como en el Perú, ni en África, ni en Asia se ha dado tal acontecimiento”, resaltó.
Sobre la posibilidad que se abra una planta de tratamiento para abastecer al mercado nacional con papa prefrita congelada, Scott reveló que hay ciertas empresas peruanas, multinacionales, que han estado averiguando acerca de la posibilidad de la industrialización de la papa por el creciente número pollerías, pero manifestó que de presentarse una demanda “tipo bloque” de este producto en particular, abriría las posibilidades para que se establezca este tipo de industrias en el país.
Indicó que en el país hay empresas que se han dedicado años en desarrollar su capacidad para abastecerse de papa nacional, a fin de introducir la papa al mercado en otro tipo de presentaciones como snacks, justamente para no depender de un producto importado, mostrando así su compromiso con el desarrollo del sector y con los productores. “Hay algunos supermercados que han tomado la papa como un producto bandera”, recalcó.
La Demanda de los Productores
En el Perú hay 600 mil familias que depende del sector de la papa, cultivo que se produce en el norte, centro y sur del país, por ello Scott comentó que se requiere de una coordinación con todos los actores a nivel de producción, es decir, con los que transportan el producto, los que comercializan, compran, y luego cocinan la papa.
Asimismo, dijo que es difícil establecer si hay sobreproducción por un fenómeno estacional, pero aclaró que en los últimos años se ha podido notar mejoras en el cultivo, como la tecnificación del riego por goteo para obtener una mayor producción en el campo. Sin embargo, indicó que la realidad es que Holanda puede producir 60 toneladas del tubérculo por hectárea, mientras en el Perú solo se produce 20.
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